miércoles, 30 de junio de 2010

Los perros en la mira de los secuestradores

La historia que quiero contar hoy es ésta. Hace unos años, cuando trabajaba como periodista para el portal terra.com.co en Cali, recibí una llamada a la redacción -que en esa época quedaba en el Periódico El País- de una señora, que angustiada, me contó que su perrito –que había recogido de la calle, pero que lo quería como hijo bobo- se lo habían robado y que posteriormente se lo entregaron luego de dar una gruesa suma de dinero.

Increíble, pero cierto. Le secuestraron el perro y pidieron rescate por el “chandoso” ese.

Todavía recuerdo la reacción de mi jefe en Bogotá, cuando le conté que tenía una historia de no creer: “En Cali están secuestrando perros”.

De inmediato me aprobó la nota y me puse a la tarea de indagar sobre el curioso hecho. Fue así como hice la noticia, la cual fue publicada en Actualidad, en una sección llamada: El Mundo al revés, del Portal de terra.com.co el martes 2 de enero de 2001.

El relato que conmovió a muchos lectores fue el siguiente, aclarando que los nombres fueron cambiados por seguridad de las personas implicadas y del perro.

Lo que faltaba en Cali. Los perros en la mira de los secuestradores

En una cinematográfica acción, delincuentes en dos carros secuestraron en pleno centro de Cali a un perro de nombre “Morocho”, y exigieron la suma de cien mil pesos a su dueña.

Lo que faltaba. Además de secuestrar a niños, mujeres, ancianos, jóvenes, estudiantes y empresarios, ahora resulta que plagiar animales se volvió un negocio lucrativo en Cali.

Si, aunque usted no lo crea. Un perro de nombre “Morocho”, de raza “chan doberman” –como se les dice a los perros de poca monta- fue secuestrado en una cinematográfica acción, ante la mirada atónita de su ama.

Alrededor de las 5 de la tarde, doña “Rosinda” y “Morocho” salieron a dar su paseo diario en el Parque del Barrio Obrero –en pleno centro de Cali- cuando un taxi sin placas y con sus vidrios polarizados, se acerco raudamente hasta donde se encontraban los dos. Del vehículo descendieron dos hombres de color, quienes en forma sorpresiva le arrebataron el perro a doña Rosinda, quién atónita observó como se llevaban a su perro.

“Morocho”, que apenas acababa de salir de su encierro, en el que permanecía por miedo a ser robado, solo pudo gruñir ante la rápida acción de los secuestradores.

“Fue horrible. Por un momento pensé que era la perrera municipal, pero no fue así. Esos hombres casi me tumban por arrebatarme a mi “Morocho”. Me quedé de una sola pieza”, manifestó doña Rosinda.

Pero, trascurridas solamente unas horas y cuando los vecinos se arremolinaban en la casa en donde vivía “Morocho”, para enterarse de lo sucedido, los secuestradores comenzaron con las exigencias para su liberación.

Vía telefónica los delincuentes pidieron cien mil pesos por el rescate de “Morocho”. Dinero que en un principio no fue aceptado por la dueña del animal.

Doña Rosinda, desesperada al ver que no podía conseguir el dinero, les propuso a los maleantes pagarles solamente 40 mil pesos por su liberación. En ese momento la familia de “Morocho” sintió lo que padecen los familiares de las 2.754 personas que han sido secuestradas en este año en Colombia.

Doña Rosinda no dio aviso a las autoridades. “Me daba pánico que le pasara algo si la Policía o el Gaula intentaran rescatarlo”, comento la desesperada dama.

Al ver que no había otra opción, los secuestradores aceptaron el pago, pero lo exigieron que tenía que pagar la carrera del taxi en el cual sería transportado “Morocho”.

Para la entrega del dinero, doña Rosinda le pidió el favor a su mejor amigo, el lechero Erminson Calero para que la acompañara hasta el Parque, en donde se haría la negociación. Allí –cerca de la iglesia Jesús Obrero- impaciente con el collar en la mano, esperaba la llegada del taxi.

Un Daewoo modelo 97, se acercó lentamente al lugar donde se encontraba Rosinda y Erminson. En una de las ventanas del vehículo dejo ver la trompa “Morocho”, quien al ver a su ama, ladro incesantemente, como si no la hubiera visto durante mucho tiempo.

Doña Rosinda, nerviosamente se acercó a la ventana del taxi y sin mediar palabra estiró la mano con el dinero, el cual fue recibido por uno de los secuestradores, quienes de inmediato abrieron la puerta y dejaron libre a “Morocho”.

Sin pensarlo dos veces, el animal se abalanzó en cima de doña Rosinda, que no vacilo en abrazarlo y decirle cosas como si se tratara de un ser humano.

Mientras eso ocurría, en la casa de doña Rosinda, se preparaba una recepción como nunca se había hecho. Para “Morocho” se compro un menú compuesto por cinco latas de purina, tres huesos de carne y una tasa de agua. Además, su antigua cama, compuesta por un trapo viejo, fue cambiada por una cama pequeña de algodón y trasladada del frío patio a la pieza de Rosinda.

Así, el secuestro de “Morocho” se convirtió en un suceso en el Barrio Obrero y ya se habla de construirle un monumento en su nombre, por convertirse en el primer perro en Cali en ser secuestrado y liberado sano y salvo.

1 comentario:

  1. "OJO" EN EL BARRIO ULPIANO LLOREDA ESTÁN ENVENENANDO A LOS PERROS Y FUERA DE ESTO LE ESTÁN DICIENDO A LA GENTE QUE SE LLEVAN A SU MASCOTA A UNA FUNDACIÓN DONDE LOS VAN A CUIDAR Y ESTO ES MENTIRA. A DONDE LOS VAN HA LLEVAR ES A LA PERRERA Y USTED YA SABE LO QUE PASA EN ESE SITIO. NO DESCUIDE A SU MASCOTA ES PARTE DE LA FAMILIA.

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