¿Dónde está mi Mamá? se pregunta su hija de apenas cinco años, quien le sigue
escribiendo cartas de amor esperando por su regreso.
Han pasado más de cuatro meses sin tener respuesta alguna.
Hechos
Narly Gómez Jiménez, fue
desaparecida forzadamente el día 27 de enero de 2020 y la última persona con
quien fue vista fue su excompañero sentimental y padre de su hija, Ever Yobany
Muñoz Imbachi en zona rural de Popayán. Ever Yobany es soldado profesional
adscrito al Grupo de Caballería Liviano Meteoro.
El 27 enero de 2020, Narly y su
menor hija se trasladaron a un colegio a realizar diligencias de matrícula para
la menor (última imagen en video de Narly registrada por una cámara de
seguridad cerca de la institución educativa).
Posteriormente y por
averiguaciones de la familia se supo que Narly, Ever Yobany y su hija se
trasladaron a una zona rural a ver unos lotes.
La hija de ambos manifestó que
el día de los hechos su papá se había ido con su mamá y que la dejó encerrada
para luego llegar sólo y con los brazos manchados de sangre.
Además de otros
testimonios que indican que la pareja bajó discutiendo en dirección a un río y
que de regreso el militar subió mojado, sin camisa y bastante asustado.
Ever
Yobany se trasladó en una camioneta alquilada, hasta el corregimiento de
Guachicono (municipio La Vega), junto a su hermana Ruby Muñoz, en este lugar
pretendió regalar a la niña a unos familiares quienes no la recibieron porque
no tenía autorización de la mamá.
Por ello, la niña fue dejada donde la madre
de Ever Yobany, posteriormente la señora les entregó la menor a los familiares
de Narly. Esta desaparición forzada se denunció ante la URI de la Fiscalía de
Popayán, investigación asignada a la Fiscalía Séptima especializada de Popayán
con el número de radicación 190016000601202000871.
Por este caso, el día el 22 de abril
del presente año la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Cidh, le
otorgó medidas cautelares para ella y su hija tras considerar que se encuentran
en situación de extrema gravedad e instó al Estado colombiano a actuar
inmediatamente ordenando medidas para dar con su paradero. A pesar de la
búsqueda insistente por parte de sus familiares aún no hay rastro de ella.
Omisiones de parte de las
autoridades competentes
Antecedentes de violencia física
y psicológica: El día 16 de diciembre de 2019, Ever Yobany agredió a Narly,
quien en ese entonces sufrió uno de tantos episodios de violencia, por ello fue
denunciado por su víctima ante la Fiscalía General de la Nación.
Oportunidad en
la que fueron relatados con detalle todos lo vejámenes a los que se había visto
sometida durante el periodo que duró la convivencia.
En ese entonces, la
respuesta del Estado no se vio reflejada ni siquiera en medida de protección
policial, iniciando así con una serie de hechos que por omisión permitieron que
se perpetraran los gravísimos hechos de su desaparición forzada.
Omisiones Fiscalía
Mientras los familiares recogían
testimonios, hacían recorridos por donde fue vista la víctima, consultaban
personas, conseguían acceso a abonados telefónicos con los que el agresor había
manifestado su intención de asesinarla, la fiscal en mención y sus funcionarios
se abstenían de escucharlos y solo manifestaban que el caso era muy difícil.
Hasta el mes de marzo, casi dos
meses después de la desaparición forzada y sólo a razón del trámite iniciado
ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la fiscal Martha Liliana
Realpe Cerón, entrevistó a los familiares de las víctimas. Así, pudieron
entregarle, audios, prendas de vestir, números de teléfono, pantallazos de
whastapp.
Este material debía ser validado por la Fiscalía como indicios de que
el militar Ever Yobani Muñoz Imbachí, presuntamente, tuvo participación directa
en la desaparición forzada de Narly Gómez Jiménez.
Respecto a la actividad
probatoria tenemos las siguientes interrogantes:
¿Por qué no recibir en cámara
gessell (mecanismo de toma de declaración a menores) a la hija de la víctima,
quien la vio por última vez?
¿Por qué no resultan suficientes varios
testimonios que indican que la pareja bajó discutiendo en dirección a un río y
que de regreso el militar subió mojado, sin camisa y bastante asustado?
Nunca realizaron una inspección a
tiempo en el lugar donde al parecer fue vista la víctima por última vez con el
militar, tanto así, que el recorrido lo hicieron solamente los familiares,
quienes encontraron una camisa del militar, la cual no ha querido recibir la
fiscalía como parte del proceso.
Nos seguimos preguntando entonces ¿Por qué no
le hicieron la entrevista oportuna al propietario de la camioneta y la debida
inspección de la misma, la cual, según versión del mencionado propietario, fue
alquilada el día de los hechos por Ruby Muñoz, hermana del incriminado Ever
Yobany Muñoz Imbachí? ¿Por qué esta entrevista la realizan tres meses después y
manifiestan los investigadores que ya es muy tarde para hacerle la inspección a
la camioneta?
Causa asombro que, pese a todos
los indicios que involucrarían al militar, Ever Yobani Muñoz
Imbachí, como participante directo en la desaparición forzada, la
Fiscalía orienta la investigación hacia otra persona, información que se hizo
saber por el investigador judicial a los familiares.
Es importante mencionar que, a
raíz del hecho de desaparición forzada, la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos le otorgó medidas cautelares a Narly Gómez Jiménez y su hija (menor de
5 años).
La Fiscalía Séptima especializada respecto al proceso llevado a cabo
contestó a la Cidh que no podía informar nada por ser reserva legal.
Rechazamos la actitud del
despacho de la Fiscalía frente a los llamados realizados por parte de los
familiares aportando pruebas a los investigadores, ya que por parte del
director de Fiscalía se manifiesta que los estresaba mucho y no los dejaba
trabajar. Mantener informados a los familiares sobre el proceso, hace parte de
los derechos de las víctimas, claro está, respetando los acuerdos de lo que se
constituye a la reserva legal, en este caso en particular existe una
participación activa de la familia por avanzar en la búsqueda y encontrar
pronto a Narly.
El Estado no imparte justicia, no
busca a nuestros desaparecidos, nosotros como organizaciones de la sociedad
civil, como familiares seguiremos buscando, señalaremos a los responsables, a
quienes por acción y en este caso omisión de su rol no han contribuido con una
búsqueda efectiva.
Tal es el caso del ejército y en particular la brigada a la
que pertenece Ever Yobany, puesto que no han contribuido a dar con el paradero
del militar implicado, responsable la Fiscalía General de la Nación porque la
primera vez la víctima denunció oportunamente y no le brindaron protección, y
en este caso actual no ha cumplido su papel de investigación, protección y
sanción frente a las denuncias que se realizan por parte de los familiares de
Narly Gomez.
(*) Movice Cauca
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