Como un “peladito” demasiado alegre, que le encantaba echar cuentos, que con su trabajo le daba de comer a su mamá y pagaba el arriendo, así es recordado Fernando Millán Largo, desaparecido el 21de septiembre de 2010 cuando salió de su casa en el Municipio de Restrepo, al Norte del departamento del Valle del Cauca, rumbo al corregimiento de Río Bravo.
Este joven, quien en esa época tenía tan solo 24 años, salió a las siete de la mañana de ese martes en compañía de un ganadero identificado como Guillermo Bedoya Gordillo para una finca de su propiedad y nunca más regresaron.
“Vamos a bañar un ganado, fue lo que Guillermo dio a entender en la casa cuando arrimo por mi hermano”, recuerda su hermana Sandra Milena Manrique Largo.
Esta mujer, quién ha tocado todas las puertas para que le ayuden a encontrar a su hermano, sostiene que Fernando no tenía amigos jóvenes porque para él, estaban perdidos en las drogas y el alcohol.
“Llegar a casa era bonito porque siempre se sentaba a compartir, a echar cuentos y a jugar con los niños”, recuerda con nostalgia Sandra.
Fernando Millán, quién para su hermana es un trabajador como ninguno, pese a los 18 meses que lleva desaparecido en el pueblo, lo siguen extrañando porque era el único que podía sacar un animal de una cueva donde ahora se les pierde a los carniceros.
“Incluso hay ganaderos que van y lo buscan y no saben que está desaparecido. Es muy duro cuando llegan y preguntan por el paisa y uno les dice que no está”.
De su hermano destaca Sandra, su valentía y su verraquera para trabajar.
“Desde muy niño siempre persiguió el ganado. Siempre andaba con sus lazos, se montaba en los caballos sin silla. Un amante de los animales y un tenaz para trabajar. A él no le importaba levantarse a las tres de la mañana y llegar a las ocho de la noche súper cansado. A veces no se bañaba. Como llegaba comía y caía a la cama”.
Para Sandra, su hermano Fernando es un excelente ser humano.
“Me siento orgullosa porque gracias al Señor, en el pueblo en donde nosotros nos criamos no tienen nada malo que decir de él. Al contrario los campesinos lo añoran. Este es el momento en que los campesinos llevan alimentos a la casa porque ellos dicen que de Fernando no se van a olvidar”, recalca Sandra.
“Si uno tiene plata las autoridades se mueven”
A la espera de que aparezca vivo y no muerto Fernando Millán, se encuentra su hermana Sandra Milena Manrique, quién ha acudido a todos los medios posibles, hasta donde sus recursos económicos se lo han permitido, pero sin resultados positivos.
“Usted sabe que si uno tiene plata las autoridades se mueven, los medios se mueven y todo el mundo se mueve a buscar al desaparecido. Pero si usted no tiene plata, se pudo haber muerto y puede estar en una fosa, pero allí no pasa nada”.
Según Sandra, al inicio se trató de un secuestro ya que por quién se pedía rescate era por Guillermo Bedoya.
“Pasaron muchas cosas que aún no me las explican ni me lo van a explicar. Mi hermano Fernando tuvo dos meses prendido el celular. No hubo nadie que rastreara ese teléfono, a pesar de que el caso lo tiene el Gaula de la Policía y la Fiscalía. Si las autoridades aquí pueden conseguir una plataforma en segundos. ¿Qué pasó?, es la pregunta que nos hacemos hasta ahora. Llevamos 18 meses diciendo ¿dónde está?, ¿qué pasó?, ¿porqué?”
Sandra, sollozando, pide que si mataron a su hermano Fernando, le digan dónde está.
“Queremos levantar su cuerpo. Queremos terminar con este dolor tan trágico. Ni siquiera el secuestro es tan duro porque tú sabes dónde está y quién lo tiene, pero una desaparición nadie sabe porqué”.
“Que tenga mucha paciencia”
Respirando profundo y tomando fuerzas, Sandra Milena Manrique Largo, le dice a su hermano Fernando Millán Largo, que tenga mucha paciencia, que le pida mucho al Señor que le de las fuerzas para regresar.
“Te amo. Tú madre te llora y te anhela todos los días. Tu cuarto esta tal cual como dejaste tus cosas. Te estamos esperando no muerto sino vivo, porque sé que estás vivo. Lo siento y lo vivimos. Acá fuera estamos haciendo todo lo posible por tocar puertas, por mover fichas y por mirar a ver quién nos hace caso, porque son 18 meses. Es un infierno sin saber nada de ti Fer”.
Sandra igualmente tiene fuerzas para decirles a las personas que posiblemente tienen a Fernando, que ellos saben que es un error, que es una equivocación y que saben que él estaba en el lugar equivocado.
“Por favor respétele la vida y devuélvanlo, porque ustedes no se llevaron un malandro, ustedes se llevaron un ser humano bueno y ustedes lo saben”.
Fernando Millán Largo es un joven trigueñito, delgado, de pestañas crespas, de cabello ondulado negro, no muy alto, ojos cafés, cara fina, cejas pobladas y en el momento de su desaparición usaba bigote.
Es realmente lamentable que las autoridades no den razon de personas que no estan involucradas en actividades ilicitas. No es posible que despues de 18 o mas meses nadie sepa nada. Cuan distinta seria la historia si fuera familiar de algún plítico o reconocido periodista.
ResponderEliminarEspero de coprazón y en verdad que aparezca este joven.
Fuerza Sandra
Gracias
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