Los violadores en serie capturados en los últimos años en la Capital del Valle, se lograron gracias a las investigaciones adelantadas por una mujer criada en el Barrio Benjamín Herrera de Cali y que desde pequeña vio a las mujeres policías como lo "máximo" y en las fiestas de disfraces se vestía como ellas.
Con 19 años como integrante de la Policía Nacional de Colombia, la intendente María Eugenia Pozu Ospina, hija de un suboficial de la institución ya fallecido y a quién le debe su carrera en la institución, ha participado en investigaciones claves para detener abusadores sexuales en el país, como Luis Alfredo Garavito, que purga una condena de 40 años por la violación, tortura y asesinato de 168 niños.
Luego de ser patrullera, ingreso como jefe del grupo contra delitos sexuales de la Sijin, en donde estuvo 16 años y logró capturar cinco violadores en serie en Cali, entre los que se destaca la del hombre que abordaba buses de servicio público, afiliada a la empresa Blanco y Negro, al Norte de Cali, en donde obligaba -con un arma de fuego- a mujeres jóvenes que lo acompañaran a moteles de la zona para violarlas, como lo hizo con 40.
Este hombre, que no la dejó dormir por muchas noches, lo capturaron luego de hacerle un seguimiento día y noche, gracias al retrato hablado que lograron hacer con base a las informaciones suministradas por las mujeres violadas.
María Eugenia Pozu Ospina, una mujer sencilla, que pocas veces se ha puesto el uniforme de Policía por su labor investigativa, recientemente tuvo a cargo el proceso contra el sacerdote William de Jesús Mazo Pérez, por abusar en el 2009 de cuatro menores y que fue condenado la semana pasada a 33 años de cárcel.
Pese al caso de este sacerdote, la intendente de la Sijin asegura que sigue asistiendo a la Iglesia.
"Por una persona no se pueden juzgar a todos los integrantes del clero. Igual sucede con un Policía que comete un error. Todos no somos culpables", recalcó.
María Eugenia Pozu Ospina, que desde hace dos meses es Jefe del Grupo de Investigación de las Bandas Criminales, conocidas en Colombia como Bacrim, está haciendo curso para ascender a intendente jefe.
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