En la mañana del jueves trece de noviembre de 2014 una llamada telefónica le cambió para siempre la vida a Noemí Correa Arias de 66 años. Era de la Fiscalía General de la Nación informándole lo que para ellos eran buenas noticias de su hijo desaparecido hacía 20 años.
La llamada la conmovió. Esa noche no concilió el sueño y durante ocho días solo pensó que su hijo Gustavo Andrés Correa, de once años, estuviera vivo. La última vez que lo vio fue cuando salió de su casa en el municipio de Buga a las once de la mañana de un sábado en noviembre de 1994, a vender boletas de 200 pesos, junto con amiguito, al centro de esta población del departamento del Valle del Cauca.
Ocho días después de la esperanzadora llamada, el 21 de noviembre de 2014, la noticia que recibió no era la que había esperado durante 20 años.
Miembros del CTI (*), seccional Valle del Cauca y Risaralda en coordinación con la Fiscalía 38 seccional de Pereira le entregaron a Noemí Correa Arias los restos óseos de su hijo, quien fue víctima de Luis Alfredo Garavito Cubillos, alias “La Bestia”, acusado de la muerte, abuso sexual y desaparición de 172 niños en Colombia entre 1992 y 1998.
Noemí Correa Arias |
Ocho días después de la esperanzadora llamada, el 21 de noviembre de 2014, la noticia que recibió no era la que había esperado durante 20 años.
Unidad de Identificación Humana CTI Pereira |
Día de entrega de los restos óseos de los menores |
Gustavo Andrés Correa, cuyos restos fueron hallados el 21 de enero de 1995 en los cañaduzales de la hacienda San Juanito en la población de Buga, era para su madre un niño cariñoso, lindo, obediente, que soñaba con trabajar, ser abogado y comprarle una casa.
Noemí Correa, recuerda entre risas, la comida preferida de su hijo Gustavo Andrés Correa.
(II) "ANTES QUE PIDIERA PERDÓN, YO YA LO PERDONE"
Noemí Correa Arias con la foto de su hijo |
Lo quería vivo.
Lo esperaba vivo. Eso deseaba Noemí Correa Arias cuando la Fiscalía General de
la Nación la cito el 21 de noviembre de 2014 en el municipio de Buga para darle
información acerca de su hijo, Gustavo Andrés Correa, desaparecido en 1994,
pero para la tristeza de esta mujer de 66 años, lo que recibió fue un cajón con
los restos óseos de su pequeño.
Destrozada por el
dolor, Noemí, perdona a Luis Alfredo Garavito, alias “La Bestia”, quien dio
muerte y abuso sexualmente de 172 niños, incluido a su pequeño hijo de once
años.
(*) Cuerpo Técnico de Investigaciones
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