miércoles, 6 de febrero de 2013

Cinco meses esperando el regreso a casa de Jakeline Velasco Martínez de once años


2-22 es el número de la placa que identifica la casa de la niña Jakeline Velasco Martínez, de once años, desaparecida desde el siete (7) de septiembre de 2012, luego de que saliera a llamar a una hermana por teléfono a una sala de Internet.

La casa, ubicada en el barrio Santander, en el norte de la Capital del Valle, es fácil de hallar, al lado de la puerta se encuentran dos volantes (uno en blanco y negro y otro a color) pegados a la pared, en donde se ofrece una recompensa de hasta diez (10) millones de pesos por información que conduzca al paradero de la menor.

La inmensa puerta de color verde se abre. De allí sale sonriente una mujer de baja estatura, al parecer esperando una buena noticia. Es Floralba Martínez, madre de Jakeline.

La casa es un largo pasillo, en donde hay cuatro piezas. Es un inquilinato. En la tercera habitación vive, desde abril del 2012, Floralba, su esposo y su hija, luego de llegar a Cali desde el Bordo, departamento del Cauca, para que Jakeline siguiera estudiando y Floralba adelantará un tratamiento facial, el cual abandono. Por la habitación pagan 200 mil pesos, incluidos los servicios de agua y luz.

La pieza es pequeña. En su interior hay dos camas. Una pegada de la otra. Una de ellas parece un santuario. Es la cama en donde dormía Jakeline. Está llena de fotos de la menor desaparecida desde que era pequeña hasta las más recientes, osos de peluches de varios tañamos, una biblia abierta, cuadernos, el diploma de la Institución Educativa San Tomas, sede Jorge Isaacs, donde estudiaba hace poco la menor, cartas escritas por la niña y volantes de su búsqueda.

Junto a la pared está una cometa que su padre, que tapiza muebles, le hizo para que la ponga a volar en agosto, mes de los vientos en Cali. Junto a ella se encuentra el maletín, de color rosado con pintas blancas, que dejó colgado, una vez llego del colegio al medio día del siete (7) de septiembre de 2012.

Al frente de la cama se observa el televisor, en el cual –según su madre- le encantaba ver muñecos.

Al lado, sin casi espacio para caminar, esta la cama de los padres de Jakeline. Allí, sentados y con un afiche de su hija desaparecida en su mano, Floralba cambia su semblante y llora al recordarla.

¨Es una situación muy dura que uno no le desea a nadie. Nosotros nunca pensamos pasar por esto. Somos humildes. No le hacemos daño a nadie. Son muchas preguntas. ¿Por qué me quitaron la niña así? Es un sufrimiento que uno no descansa ni día ni noche¨.

Floralba, que no deja de llorar, le pide a las personas que tiene a su hija que por favor se la devuelvan y que se comuniquen a su número celular 320-7293290.

¨Yo supongo tantas cosas. Que él que se la llevo no la puede tener. De corazón yo los perdono. Si Dios los perdona, yo porque no lo puedo hacer. Es más, el día que me devuelvan a mi hija, les agradeceré en el alma. Siempre los bendeciré¨.

Floralba, recuerda que el día que desapareció Jakeline fueron los exámenes del tercer periodo en el colegio, en donde le fue muy bien y le dieron diploma.

¨En los cinco años que ella estudio primaria nunca me llamaron a rectoría. Mi hija en disciplina muy sobresaliente¨.

El día que desapareció

Sin contener el llanto, Floralba Martínez, recuerda que su hija Jakeline, una vez llegó de estudiar, le dijo a su padre -que se encontraba armándole su cama- que iba a llamar a su hermana mayor (por parte del papá) que había dado luz a una sobrinita y que luego se dirigiría a donde la tía.

¨Llamó a la hermana, pero no la encontró. La suegra le dijo que la llamara en diez minutos, pero nunca volvió a llamar. Al llegar de mi trabajo, a eso de las cinco y 20 de la tarde, llegue a la casa para entregarle unas uvas que le había mandado su tía. No estaba. La busque donde mi prima que vive en seguida –a la cual le dice tía- pero me dijeron que ya se había ido. Esa noche toda la familia la busco y nada, hasta el sol de hoy. No tenemos pistas de dónde está¨.

¨Yo lo único que le pido a Dios, donde quiere que esté, que me la guarde y me la proteja y que ninguna mano mala le haga daño¨.





1 comentario:

  1. sus compañeros y familia la esperan Con los brazos abiertos por favor las personas q la tiene llenen de compasión y de DIOS . también q liberen a todos los niños y que todas esas personas malas se apiaden del dolor de la familia y los liberen

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