Soñaba con ser médica. Le
gustaba mucho comer arroz con pollo y arroz con leche. Era vanidosa y muy “pinchadita”
a la hora de vestir. Era una niña muy inteligente y se destacaba como buena estudiante.
Irma María Figueroa |
Así describen a Laura
Dayana Bernal, una niña que con tan solo siete años desapareció el 12 de
febrero de 2008 a la 1:20 de la tarde, en la ladera occidental de la Capital
del Valle.
Desde ese día y hasta la
fecha, su abuela Irma María Figueroa Zambrano, de 50 años, la sigue buscando en
Cali y en el exterior.
Doña Irma, quien desde
hace 12 años se dedica a reciclar cartón y botellas por las calles de la
ciudad, asegura que desde el día que desapareció su “hija” (al referirse a su
nieta), no he descansado buscándola.
“Sigo luchando. Tengo más
nietas, pero ella es mi vida porque era la que vivía conmigo. Era la más linda
de la casa. Yo he pedido ayuda a nivel nacional e internacional. La Interpol
también me está ayudando para que me ayuden a encontrarla”.
Laura Dayana Bernal |
Según relata doña Irma, su
nieta salió de la vivienda de su madrastra, Rosa Ordoñez Muñoz, la cual la dejó
en la “Bombonera” (sitio en donde queda ubicado la estación del Cuerpo de
Bomberos al frente del barrio Siloé), para que la niña se fuera a la casa ubicada en
el Cortijo, en la parte alta de este sector, en la ladera occidental de Cali.
De ahí se desconoce qué pasó con Laura Dayana.
“Si la niña la hubiera
dejado en la Bombonera, como ella dice, se había ido donde los primos que
trabajan por ahí. Ella hubiera arrimado, pero no, la niña nunca llego”, asegura
doña Irma.
Laura Dayana, que cursaba
tercero de primaria cuando desapareció, según dona Irma, no es buscada por sus
padres, porque según ellos: “si ya se perdió, perdida se queda”.
Laura Dayana Bernal |
“Durante todos estos años
no ha pasada nada. Las autoridades tampoco han hecho nada”. Yo no sé si la
tienen en Colombia u otro país. Ellos tuvieron tiempo de sacarla porque ella
desapareció a la 1:20 de la tarde y yo me di cuenta faltando diez para las 7 de
la noche. Tuvieron mucho tiempo. De pronto, la tengan estudiando en otro
colegio y con otro nombre”.
Doña Irma, que asegura que
la niña está viva, porque la sueña. Pero su abuela es consciente que ya en este
tiempo Laura Dayana está por los 14 años y ha cambiado su aspecto físico.
Laura Dayana Bernal |
“Yo pido que de pronto por
ahí me ayuden a sacarla de donde este, que le avisen a las autoridades o me
llamen. Para dónde sea yo arranco. Por ella yo doy la vida. Esto es horrible.
Uno se mantiene pensando si está comiendo. Será qué desayuno. Está durmiendo.
Todo el tiempo uno es así. Yo estoy durmiendo con el celular en la mano porque
ella se sabe mi número. Es que ni siquiera una llamada. Ni una llamadita a
decir abuelita estoy bien. Mi hija era mi ilusión. Incluso yo iba a vender mi casa,
pero no lo hago porque la niña de pronto regresa”, sostiene doña Irma.
Al recordar a su nieta,
doña Irma la describe como una niña muy alegre y muy linda, con la cual salían
a pasear y a piscina. La califica como la mejor estudiante y muy vanidosa igual
que ella. Doña Irma no entiende qué le
paso a su niña, la angustia no la deja estar tranquila y a cada momento se
pregunta dónde estará su Laura.
Irma María Figuero |
“El sueño de mi niña era
ser médica para que yo me saliera de mi trabajo y descansara. Que ella iba a
ver por mí. Yo quede sólita en esta casa, solo acompaña mi tristeza la fotico
que hice enmarcar cuando ella cumplió los siete años el 12 de marzo de 2008,
porque las otras fotos mis hijos me las quitaron porque me la pasaba llorando
viéndolas. Incluso aún le tengo guardados en el armario los regalos de sus
cumpleaños y de diciembre. Le tengo empacadas las muñecas de la Barby. Le tengo
dos”.